Poesías de Erika de Barcelona ( original de Armea , Láncara )
Tenemos el gusto de presentar por primera vez y en exclusiva parte de la obra de Erika de Armea . Gracias al esfuerzo de pasar sus poesías a ordenador a día de hoy todos tendremos sus hermosas poesías con solo un click en nuestro teclado .Gracias Erika por compartir tu mundo con el nuestro !
Poesía 1
Cuando el sol, brillante lucero
se ve posar en la caída del cielo;
cuando la luna, dama misteriosa
alumbra la noche oscura,
entonces tú, tesoro resguardado
te escondes en mi mirada.
Piadosos tus ojos de mar
en mi mirada silenciosa
¡Expresan tantas cosas
que ten niegas a decir!
Cuando el mar embravecido
rompe en sollozos las olas;
cuando la trágica tormenta
lanza el rayo de maldad.
Entonces tú, corazón silencioso,
espíritu ceniciento,
en el crepúsculo de la tarde,
me abandonas y te vas.
Poesía 2:
Coche rueda en el silencio
para irme lejos
aunque quiero quedarme
y el dolor me queme.
Sólo me quedaran
tus cartas de esperanza
y en mucho tiempo más
me quedaré sin tus miradas.
Ahora tu voz parece ser
una pluma y un papel,
como una vieja canción
y ¿Cuándo podré escucharte?
Me conformaré con susurros
lanzados al aire,
me conformaré con destellos
de tus ojos negros.
Poesía 3:
Si tú supieras, lo que alberga mi alma.
Si tú supieras, todos mis anhelos
y todas mis tristezas.
Si tú supieras como tiemblo
cuando te sueño, si tú supieras…
Si tú pudieras leer mi mente
encontrarías pensamientos de amor por ti.
Si tú pudieras escuchar mi corazón
sabrías que te nombra a ti.
Si tú quisieras mirar mis ojos
verías mi cálido amor.
Si tú quisieras tocar mis manos
sentirías mi pasión.
Si tú quisieras rozar mi alma,
si tú quisieras…
Poesía 4:
Deja mi corazón ebrio de primavera,
aleja la soledad que me atormenta.
Llena de esperanzas mi alma hueca,
déjame aspirar tu aliento a brisa fresca,
guarda en tu corazón mi aroma a tierra seca.
Detén el tiempo en la distancia
para que perdure tu recuerdo en mi alma.
Llena mi corazón de soñadas esperanzas,
vacía mis ojos de trágicas lágrimas
ata de dulces cadenas mi triste alma.
Poesía 5:
Hoy, te sigo recordando,
como melodía suave, aire cálido.
Hoy, intento olvidarte,
oscuro desierto que ansía mi sed.
Mas mi alma no me deja,
y te sigue llamando en versos.
Mis sueños siempre fueron tuyos,
mis esperanzas también,
las arrebataste como tesoros
a los que yo era fiel.
Mis oraciones eras tú,
mis ilusiones también.
Tus tristezas eran las mías,
tus anhelos también.
No supiste ver este amor
que no te pedía nada …
más nunca sabrás, lo que yo,
podría haberte dado…
Poesía 6:
Cuando la soledad me abraza
y tropiezo con las sombras,
entonces pienso en ti.
Mi alma no puede evitar
recordar tu voz y escucharla
hundiéndose con la melodía
que mi corazón canta.
Siento que la soledad me ahoga
y el alma resignada suspira
cuando brota la tristeza
por caricias que no llegan.
La felicidad huye de mí
y la angustia se queda aquí
en estas noches sombrías
cuando todavía pienso en ti.
Poesía 7:
Tú eres el resurgir de una esperanza
que se fue con el tiempo del olvido.
Eres aquella ilusión de antaño
que una vez me robaron.
Eres el mañana recordado
y el ayer encerrado.
Eres el miedo amado
que teme ser encontrado.
¿Eres tú, ángel, en mi alma
el amor olvidado?
Poesía 8:
Mis manos cansadas, piden tu ayuda,
en los susurros de una tarde,
entre las sombras de una noche.
Eres tú, mi escapatoria
a los días de soledad.
Sin ti, ya no podría soportar
vivir sin él, sin recordar.
Eres tú, el sucedáneo
de aquellos sueños de siempre
que daba por hecho,
y ahora que estoy sola
gracias a ti me enfrento
a los demonios del pasado
a las torturas del presente.
Eres tú, el espejo empañado
a través del cual mi alma habla,
habla de su tristeza,
de sus ganas de amar,
muestra su impaciencia,
por demostrar que es capaz de dar
el más infinito de los deseos.
Poesía 9:
Hoy te siento dentro de mí,
y ansió escuchar tu voz,
verte en la oscuridad de una noche
con la luna bañando tu nombre.
Y me siento tan sola…
que me aferro a la esperanza solitaria,
que me muero por tocar tus manos
que ya dudo del amor de antaño.
Y furiosa, a veces te nombro,
porque eres el culpable de mis sueños,
el protagonista de mis anhelos,
porque aún, hoy, no te comprendo.
Y mientras, el tiempo
se me escapa de las manos,
las agujas en mi corazón, ya se han parado
y lucho porque esto no se haya acabado.
Poesía 10:
Cuando miro el cielo, te veo a ti,
mirando ese mismo cielo azul.
Cuando en la noche oscura,
la luna se asoma brillante,
pienso que tu reflejo se mira
en las fulgurantes estrellas.
Y eso me consuela…
Sé que aunque estés lejos,
aunque yo no pueda mirarte,
mis pensamientos van hacia
tu corazón, y cuando una ráfaga
de aire, te estremezca el alma,
entonces, sabrás que soy yo.
Poesía 11:
La soledad se mueve sigilosa
entre los árboles gallegos,
los duendes escondidos están
en la magia de los prados verdes.
Y tú, te encuentras allí,
en mi amada tierra, lejana de mí.
Y tú, tentación sufrida,
gozas del aire puro,
que yo no puedo sentir.
Y mi condena, amor, en la vida,
es estar entre cuatro paredes,
y yo lo que quiero es
volar contigo por los prados verdes
… al fin del mundo.
Poesía 12
Creíste que no tenía nada que ofrecer,
me rechazaste, aún no sé porqué,
no supiste ver el amor que había en mí,
te encerraste en ti sin quererme oír.
Y el día que me pidas una razón,
te diré como mi alma se murió
poco a poco en las noches de silencio
cuando mis ojos se cansaron de dolor.
Y entonces, quizás, entonces
comprenderás mis miradas de extrañeza,
al no comprenderte en tus maneras,
al no compartir mis ilusiones bellas.
Y te ofrecí, a manos llenas,
toda una vida entera,
con la mirada limpia de odios y rencores.
Y tú, las vaciaste con conciencia,
sabiendo que mi corazón espera.
Poesía 13:
Te llevo en mi corazón,
y de todos mis actos,
eres tú la razón.
He intentado olvidarte, pero,
en las noches de invierno,
mis inútiles pensamientos,
te recorren en versos.
Y por más que me rompa el alma,
en jurarme que ya no te pienso,
la melancolía asoma a mis ojos,
y ya nada tiene remedio.
Poesía 14
Nado contracorriente, y no puedo evitar
que mi corazón sea arrastrado
en un río de ilusión.
Y vuelvo a pensar en ti.
En cada sol, en cada luna,
en cada deseo, en cada infierno
que pasa por mi vida.
Y me conformo…
con poder mirarte de lejos,
con acariciarte en silencio
con besarte con mis ojos
con soñarte mientras duermo.
Poesía 15
Siento que el aire
se me escapa de las manos,
y no es por ti.
Quisiera tener fuerzas
para poder enfrentarme
a la vida diaria,
y no es por ti.
Tú ya no eres pesar,
tú ya no eres inquietud,
pero aún así, te pienso,
porque tú superas
todos mis pesares,
porque tú eres
el mayor de mis penares.
Y quizás sí, quizás …
toda mi melancolía
es por ti.
Poesía 16
Resbalan mis lágrimas
como nunca antes,
y es por ti.
Los campos verdes rodean
el camino que me aleja
que me pierde y que …
después me verá regresar.
Y sé, que al igual que vuelvo,
vuelven antiguos deseos,
aunque lo intente evitar …
mi alma vuela hasta tu corazón.
Poesía 17
Ahora, vivo en función de ti,
ya ves, tu ganas y yo perdí.
La ilusión por momentos
fue una intensa alegría
ahora, vivo en función de ti,
ya ves, tu ganas y yo perdí.
Sé que el amor me gira la cara,
sé que mis labios no sentirán
el calor de los tuyos,
ya ves, tu ganas y yo perdí.
Mi corazón apostó por ti,
jugué con fuego, y tú,
ya ves, sin saberlo.
Ahora, vivo en función de ti,
seguir esta amistad
o arrojarme a tu hoguera.
¡ya ves! yo gané y te perdí.
Poesía 18
Pensé, ayer…
que el amor siempre busqué,
y jamás lo encontré.
Los labios que me besaron
no fueron nada,
sólo sombras, caricaturas
de un ansía buscada.
Pensé, ayer…
que te creí encontrado,
en dulces veranos,
y ahora, ayer… pensé
que sólo fue un borrador,
un papel arrugado.
Pensé, ayer… y hoy
que ahora estás conmigo,
pero muy lejos,
que una ilusión cercana,
es peor que la lejana.
Pensé, hoy…
en este nuevo amor.
Poesía 19
Aquí, como siempre…
pensando en ti,
en como deslumbrarte,
en como seguir amándote en silencio,
sin que tú, te des cuenta.
Pensando en como debo conquistarte,
soñando en tus abrazos, tus besos, tus caricias…,
que seguramente, nunca serán mías.
Tú, mi vieja espera, mi ansiado retorno.
Amándote, hasta casi perder la libertad.
Pero, como descubrí la fe,
este amor es más sincero que nunca,
menos comprometido en causas perdidas,
más liberados que antes.
Sin esperar nada a cambio, amor,
me dejaré llevar por tus manos,
inundar por tus ojos,
dibujar por tus suspiros.
Amor, algún día, tú sabrás…
lo que yo podría haberte dado.
Poesía 20
Es cierto que el invierno pasó y que
llegará pronto el verdadero aroma
del verdor de los campos,
del brillo de tus ojos.
Pero, a pesar de ello,
mi alma se halla aún
en el lluvioso invierno
y se queja de frío.
¿Serás tú, en la adorada primavera
de tus manos quién encienda mi
corazón y me dé calor?
Por el momento sueño con ello
y por instantes siento que
en tus ojos vi ese destello,
¡pero hace tanto de aquello!
Poesía 21
No tengo derecho a mirarte,
a observarte a escondidas,
a penetrar tus ojos,
pero es que tú sin saberlo,
eres para mí, laguna negra,
agua que alivia mi sed.
No puedo tocar tus manos,
no puedo besar tus labios,
pero en cambio, puedo y quiero,
sumergirme en tus ojos,
y enfrentarme a ellos.
En esta lucha, no hay ganador,
sin embargo, mi alma perdió.
En tus ojos naufragué, me perdí.
Dime tú, con tu mirada,
como puedo escapar de ti,
de tu laguna negra, desear…,
amor, no volverte a nombrar
en mis sueños.
Desear, al fin, que nunca más,
vuelvas a ser, mi ángel negro.
Poesía 22
El amor araña mi cara
y aún dándole la espalda
se mezcla en mis lágrimas
se instala en mi alma.
El amor me escupe su aroma,
se clava en el pecho
me mata y me sana,
me quita y me regala.
¿Qué hago yo,
si este sufrir me alegra,
si este matar me alienta
a seguirte con los ojos
y a llamarte en mis versos?
Poesía 23
Besé la muerte una noche
y tu calidez me embriagó.
Tantos sueños desperdiciados
por sentir tu piel, ¿ y ahora qué?
Está mi alma embrujada
por un beso largamente esperado,
pero la ilusión se rompió,
estoy segura que esta alma
no se entiende con tu corazón.
Poesía 24
Uno piensa siempre, que el sentir
une dos almas abandonadas.
Uno piensa siempre que conoce
al ser que ilumina el alma.
Pero la esperanza siempre,
tiende a huir, para volver
a refugiarse en el corazón solitario.
Uno piensa “quizás mañana”
y el futuro se convierte
en una fuente de agua.
Uno piensa tanto, que de pronto,
ve en el otro, un mirar diferente.
Los gestos se confunden y las palabras
acarician los ojos del otro, y entonces,
lanzándose al vacío del desespero,
comete las locuras que de pensar menos,
jamás hubiese cometido.
Poesía 25
Cuesta un mundo no pedirte,
y dejar que tu voluntad me guíe
sabiendo que tu amor es infinito,
que siempre es gratuito.
Cuesta un mundo callar al alma,
en el silencio, en la búsqueda…
y si logro un instante escucharte,
los ojos se vacían de dolor.
Cuesta un mundo perdonarme,
más, sabiendo tu intenso perdón,
y recordar se vuelve amargo
en los días de oración.
Es difícil buscar al alma
cuando sólo el vacío está
y el amor se vuelve extraño,
un misterio que sólo tú das.
Poesía 26
Aún sabiendo que lejos estás
mi alma te llama a gritos
y te evoco en mañanas tristes
y te nombro en noches de insomnio.
Si esperando una respuesta
paso horas sin retorno,
puede que esto se acabe
puede que nunca existiera
algo que se muere por dentro
que se esconde hacia fuera.
Poesía 27
Se me atraganta la vida
envuelta en grises muros,
recordándote en la distancia
con nuevos sentimientos.
Ya no es un amor sereno,
ahora, en las noches te sueño
vistiéndome de nueva pasión.
Pensando que tus brazos
abrazan mi alma y …
queriendo que tu alma
invada mi cuerpo.
Que tus labios, otra vez,
se fundan en mi ser,
reviviendo poco a poco
un efímero sentir
que lucha contra el olvido.
Poesía 28
Mis labios inflamados,
se pierden en la noche
en la que los recuerdos
vuelven maltratados
por tantas ilusiones vanas
que nunca debieron existir.
Si con todo lo que tengo,
nunca nada te pedí,
no tuviste bastante,
no fue nada para ti.
Que mis caricias eran fuego
y las dejaste como hielo
¿Cómo podré sentirte
si hasta el alma de di
y no la pudiste vivir?
En aquella perdida esquina
de no cualquier ciudad,
me partiste el alma
con esperanzas renovadas.
Inundaste mis ojos,
laguna negra, y
te tuve en mis brazos,
pero no en mi alma.
Y ahora soy el recuerdo
de esa torpe ilusión,
que sigue luchando
contra el olvido.
Poesía 29
Que ahora te amo más,
y cuesta un mundo recordar
una esquina vacía y torpe
donde llegué a ser feliz
en efímeros minutos.
Y después de esperanzar
a un solitario corazón
te fuiste sin más, sin saber
que matarías un amor.
Que ahora te amo más
y no debería hacerlo.
Debería recoger las cenizas
de tanta amargura y …
sonreír a un amor nuevo
olvidándote en algún cajón.
Tus palabras fueron dagas,
y me apartaron de ti,
pero, ya ves, amor, laguna negra,
ahora, te amo más.
Poesía 30
Si acariciarte se me hizo extraño,
si nombrarte es perderme,
mi condena, amor, es estar lejos.
La soledad de esta ciudad
es más grande que la que tú me das
y quizás, por ello, laguna negra,
te perseguí siempre en sueños.
Algo nuevo vuelve a nacer,
a pesar de lo dicho antes
y la esperanza regresa por mí,
triste agonía que nunca descansa.
Así, tus ojos, amor, besaré
y tu alma vaciaré
de antiguos sentimientos
y fríos pensamientos.
Volverás a mí y te mostraré
mis manos vacías de resentimiento,
sin juicios y arrepentimientos.
Volveremos a empezar de nuevo.
Poesía 31
Podré escribir unos versos
que reflejen la fría amargura
de tus besos en una triste noche.
Y ya ves, en cambio,
escribo siempre lo mismo…
que tú eres y serás, amor
el ladrón de mis sueños.
Y podré vivir en poesía
e imaginar el alma tuya
y reflejar entre silencios
que tus besos no fueron mentira.
Si el tormento antes era desearte,
ahora, amor, es saber…
si tus caricias eran fuego
o imagen de mi pensamiento.
¿Podré ahora vivir la ilusión,
aún recordando tus palabras?
Poesía 32
Renaceré bajo el fuego
de poesías ahora muertas,
vacías de sentido e ilusión,
sin gastar mis siete vidas,
sin temer mirarte a los ojos, amor.
Y el tiempo del olvido,
se acabó con tus besos:
Ahora recordaremos juntos
y en los confines de tu mente,
vivirás el dolor sentido,
la amargura llorada,
de tantos días de soledad gastada.
Verás por mis ojos,
y naufragarás en ellos,
sí amor, esta vez no seré yo,
la que me hunda en tus brazos.
La verdad te escupirá
y en el espejo de tu alma
verás el reflejo aquel
que olvidaste en algún trastero
de tu desordenada memoria.
No arañaré al corazón,
no pensaré en tirarme y caer,
no me importará perder una vida…
si en el intento, ya ves, te robo un beso.
Y en ellos, laguna negra,
te perderás y sentirás
todo lo que yo guardé:
la ternura de tristes noches
y el amor sin condición
que con tanta pasión reservé.
Poesía 33
Fuiste un efímero milagro
y abriste mis ojos
cerrándolos yo confiada
entre tus calientes brazos.
Fuiste fieles esperanzas
de también esperadas cartas
que jamás fueron nada
solo angustia reiterada.
Fuiste tristezas de largos años
por aquellos besos buscados
que se perdieron cansados
en el crepúsculos del año.
Fuiste rezos de madrugada,
oraciones desesperadas
convertidas en gracias
mientras me entregaba.
Fuiste agua derramada
en la oscuridad solitaria
y risa descontrolada
falsa alegría buscada.
Fuiste sueños de juventud
adornados de dulce locura
y la magia de antaño
¿Dónde amor, se ha quedado?
Poesía 34
Mirando en lo profundo del alma
tú ya no eres castigo,
vive el amor en mí,
suave letargo estival,
amante de las traiciones
con un sinfín de perdones.
Mirando en lo profundo del alma
vi mi rostro reflejado
en el espejo de tu inocencia,
disfrazada, cuantas veces,
de simple indiferencia.
Y a pesar de que cierro los ojos,
de que tu mirar no es descanso,
sigo viéndote en sueños,
en el crepúsculo de tu atardecer.
Y mi mirar nunca se cansa,
de contemplar tu silencio,
de observar tu lejanía…
ye en la noche que se cierne sobre ti,
mis pupilas se queman con las tuyas.
Poesía 35
Si tu ya eres olvido…
y mirándome recordarás
que no agoté mis siete vidas
ni me hundí entre tus manos,
vacías, esta vez, de sentido.
Si tu ya eres olvido …
en noches de silencios rotos,
por estruendos insonoros,
me miraré en tu espejo
sin remordimientos.
Y tú, en mi reflejo,
te ahogarás con el llanto
de momentos perdidos
en invernales portales,
muertos de recuerdos,
porque tú, ahora, ya ves,
laguna negra, sólo eres olvido.
Poesía 36
Nunca fuiste promesa por cumplir
y me engañé mirando
en tu alma empañada de sed,
de viejos recuerdos ya gastados.
Te tuve en mis brazos,
cual espejismo evaporado,
y allí se rompió el encanto,
y nos abrazó la negra noche.
En ti cambió el color
de tus gestos y palabras
y se murió la ilusión extraña
aunque volverá a renacer,
aún parando el tiempo, sé
que volveré a ofrecerte,
a manos llenas,
un alma entera.
Poesía 37
Si mi pensamiento vuela…
y un último recuerdo
cruzó mi mente,
una palabra, un frío gesto,
una mirada …
Si mi pensamiento vuela …
quizás así caí en la cuenta
que fuiste y eres poema de Neruda,
un no se olvida,
una canción muerta
de mi susurro ahogado
entre la niebla del anochecer
Si mi pensamiento vuela …
evito que vuele hacia ti
aún sabiendo que eres
el imposible olvido.
Poesía 38
Los recuerdos como dagas
penetran el pensamiento,
hieren los sentimientos
tentados, tantas veces, de olvidar.
Es entre melodías silvestres,
entre silencios ahogados,
se asoma el resentimiento
y el amor tuerce la cara.
Y es en la amarga oscuridad
de gritos sin respuestas
cuando los recuerdos regresan
y en las imágenes se tortura el sentir.
El sacrificio regresa por ti
la decisión irreparable,
la promesa, en el fondo indeseable,
y vuelvo a quedarme sin ti.
Poesía 39
Volviste a sumar decepción
detalles que no ves cumplidos
y saber que no será lo mismo,
todo está muerto de sentido.
Desperdicios del alma
la costumbre es dar
y uno se cansa de esperar
la ilusión empañada
se muere otra vez de sed.
Fue olvido instantáneo
o venganza planeada
quién sabe del arrepentimiento
se perdió en la memoria
que como peces tú y yo somos
recordando sólo el pasado inmediato.
Poesía 40
Canto desesperada a la mañana
para en un suspiro poderte ver
y no consigo contemplar tu voz
lejos de noches cargadas de lamentos.
Y es en la noche donde confundes
y te abrazas a huesos ya rotos
que te convertirán en ceniza,
porque es un rostro sin ojos,
aunque tú no lo sepas…
Y entonces, como lunas ocultas,
en los albores de un atardecer
sufrirás por cansas ya perdidas
maldecirás el alma tuya
y no habrá quien te consuele
hasta que desde lo profundo
mires tus manos vacías de sentido
y veas la verdad en los espejos
pues sólo yo, laguna negra
puedo llenar tus manos ya muertas.
“Siempre albergará mi corazón
una ebria locura de verano
y vacié mis manos
dando los besos más dulces
que embriagaron mi alma”
Poesía 41
Siendo tú la brisa en mis ojos,
me dejé mecer por tus silencios,
me acariciaron tus palabras,
me cubriste de sentimientos.
Y así como el otoño llegó,
se fue, dejando tierra seca.
Tu voz, antes cercana
se cubre de frío invierno
y en el agua derramada
ya no encuentro tu consuelo.
En tus manos siempre llenas,
rechacé dejarme coger
y ahora que no hay abrazos
que consuelen al alma sola,
ahora, ya ves, amor,
el corazón se apiada y
es en las sombras sin silencios
cuando pienso en volver
y recoger ese abrazo perdido
esas fotografías de mis recuerdos
que sólo contienen castos besos.
Ahora, ya ves, quisiera…
tener el valor de recobrar otoños,
que tu brisa acaricie mis labios,
perpetuar el instante de mis sueños
cuando se confunden con tus ángeles
y demostrarte, despacio y a tientas,
que el amor no es olvido y está cerca.
Poesía 42
La fina frontera entre tú y yo
se alarga con el paso del tiempo,
con los recuerdos perdidos,
entre vagos meses de invierno.
Y vuelvo a soñar despierta,
con brazos que se acercan
al corazón parado y sin sueldo
que espera un ángel de nombre tú,
al que ahora temo enfrentar.
Si en noches mágicas, otra vez,
todo se vuelve confuso,
y el ocaso del año vuelve a ser
esperanza recobrada.
Antes fue un gran amor,
y ahora el espejo transformado
de mi compañero de batallas.
Y la magia se acaba,
esperando respuestas, otra vez.
Poesía 43
Mírame, no con el alma quebrada
no con falsas palabras.
Mírame con tu yo sensible,
transparente, cariñoso y simple.
Sálvame, de ese yo complicado
que a veces suele hablarme
despiadado y sin tapujos
de crueles verdades cobardes.
Contempla a mi tú, con tu yo,
y no veas lo que ahora ves,
sino a la mujer que en verdad soy.
Y cuando te enfrentes al reflejo,
a mis ojos sin cubrir,
podrás conocer y sentir,
o tal vez no, pero … inténtalo,
mírame y descubre al amor,
aunque no sea la perfección.
Y rescátame, de un mundo sin mí,
que no me perteneció jamás,
que fue, sin arrepentimientos,
un error cometido,
que me alejó más de ti.
Pero, ven, corre y sálvame,
tú, ahora mi salvador,
mi guía, mi protector.
Ven, ángel de alma atormentada,
ven y quítame las cadenas
para así con mis dulces manos
llenarte el alma de amor
que tanto ansías y buscas
y que lo tienes aquí, cerca,
cerca de tu corazón, tanto …
que no supiste valorarlo.
Poesía 44
Hace ya tiempo de aquella vieja sensación…
que surgía en mí solo con verte,
hace ya tiempo de tus fingidas sonrisas
que sembraban inútiles ilusiones.
Y ahora que tu mirar es ironía,
que tu andar es pura ambición,
ahora, por fin, eres olvido.
Hace ya tiempo que ocurrió…
que de la amistad surgió el amor,
un alma, lejana otra vez,
y un nuevo querer.
Y hace ya tiempo que te extraño,
que mis decisiones dependen de ti,
que mis sueños se confunden con tus ángeles,
que la ilusión no se renueva, porque…
hace ya tiempo que olvidé imaginar,
hace ya tiempo que sé la realidad.
Poesía 45
Soy la calma. Soy yo:
la que se enreda en tu pelo,
la que observa tu mirada
la que te conoce, se preocupa,
y quiere saber de ti.
Pero tú no me ves.
Soy cristal, frágil resistencia,
transparente y servil,
pero tú no ves a través de mí.
Soy tormenta, desprevenida,
apasionada en medida
y en apariencia fría.
Pero tú solo ves hacia fuera.
Te escondes, te apartas y huyes
y debes mirar hacía atrás
y ver que soy yo,
una dulce candidez
disfrazada de indiferencia.
Mírame, y descubrirás
tu más ansiado anhelo.
Poesía 46
He de escucharme, para entenderte.
He de mirarme, para poder verte.
He de liberarme, para tenerte.
He de ser yo, para ser tú.
Y es en este amor donde vago,
y me recojo en tu amistad,
y no debo mal decir,
el no reflejo de un sentir,
sino enfrentarme a mi espejo
y desde mi yo, entregarme a ti.
He de ser pregunta a tu respuesta.
He de consolarte, para así dudar.
He de ser flexible y no forzarte.
He de ser yo, para ser tú.
Y llorar hasta perder tu risa,
y en la tristeza volverte a hallar
y ahogarme hasta morir de paciencia
si así consigo tu despertar.
Y matarme si hace falta de exigencia
para que tu alma resucite al amar.
Poesía 47
Soy la caricia que esperas,
el beso recogido en un suspiro.
Soy la pasión que ansías,
los abrazos repletos de ternura.
Es en mi mano donde anidan,
las risas y palabras contenidas.
En mis gestos escondidos,
descubrirás esa mirada
y en los silencios sentidos,
seré oración buscada.
Soy la calma de tu sueño,
soy el despertar del futuro,
seré pasión en tu lecho,
seré tu vida, serás mi amor,
porque …
no puedo vivir sin tu alma,
no puedo morir sin tu vida.
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