miércoles, enero 12, 2005

Poesías de Erika de Barcelona ( original de Armea , Láncara )

Tenemos el gusto de presentar por primera vez y en exclusiva parte de la obra de Erika de Armea . Gracias al esfuerzo de pasar sus poesías a ordenador a día de hoy todos tendremos sus hermosas poesías con solo un click en nuestro teclado .Gracias Erika por compartir tu mundo con el nuestro !




Poesía 1

Cuando el sol, brillante lucero

se ve posar en la caída del cielo;

cuando la luna, dama misteriosa

alumbra la noche oscura,

entonces tú, tesoro resguardado

te escondes en mi mirada.

Piadosos tus ojos de mar

en mi mirada silenciosa

¡Expresan tantas cosas

que ten niegas a decir!

Cuando el mar embravecido

rompe en sollozos las olas;

cuando la trágica tormenta

lanza el rayo de maldad.

Entonces tú, corazón silencioso,

espíritu ceniciento,

en el crepúsculo de la tarde,

me abandonas y te vas.

Poesía 2:

Coche rueda en el silencio

para irme lejos

aunque quiero quedarme

y el dolor me queme.

Sólo me quedaran

tus cartas de esperanza

y en mucho tiempo más

me quedaré sin tus miradas.

Ahora tu voz parece ser

una pluma y un papel,

como una vieja canción

y ¿Cuándo podré escucharte?

Me conformaré con susurros

lanzados al aire,

me conformaré con destellos

de tus ojos negros.

Poesía 3:

Si tú supieras, lo que alberga mi alma.

Si tú supieras, todos mis anhelos

y todas mis tristezas.

Si tú supieras como tiemblo

cuando te sueño, si tú supieras…

Si tú pudieras leer mi mente

encontrarías pensamientos de amor por ti.

Si tú pudieras escuchar mi corazón

sabrías que te nombra a ti.

Si tú quisieras mirar mis ojos

verías mi cálido amor.

Si tú quisieras tocar mis manos

sentirías mi pasión.

Si tú quisieras rozar mi alma,

si tú quisieras…

Poesía 4:

Deja mi corazón ebrio de primavera,

aleja la soledad que me atormenta.

Llena de esperanzas mi alma hueca,

déjame aspirar tu aliento a brisa fresca,

guarda en tu corazón mi aroma a tierra seca.

Detén el tiempo en la distancia

para que perdure tu recuerdo en mi alma.

Llena mi corazón de soñadas esperanzas,

vacía mis ojos de trágicas lágrimas

ata de dulces cadenas mi triste alma.

Poesía 5:

Hoy, te sigo recordando,

como melodía suave, aire cálido.

Hoy, intento olvidarte,

oscuro desierto que ansía mi sed.

Mas mi alma no me deja,

y te sigue llamando en versos.

Mis sueños siempre fueron tuyos,

mis esperanzas también,

las arrebataste como tesoros

a los que yo era fiel.

Mis oraciones eras tú,

mis ilusiones también.

Tus tristezas eran las mías,

tus anhelos también.

No supiste ver este amor

que no te pedía nada …

más nunca sabrás, lo que yo,

podría haberte dado…

Poesía 6:

Cuando la soledad me abraza

y tropiezo con las sombras,

entonces pienso en ti.

Mi alma no puede evitar

recordar tu voz y escucharla

hundiéndose con la melodía

que mi corazón canta.

Siento que la soledad me ahoga

y el alma resignada suspira

cuando brota la tristeza

por caricias que no llegan.

La felicidad huye de mí

y la angustia se queda aquí

en estas noches sombrías

cuando todavía pienso en ti.

Poesía 7:

Tú eres el resurgir de una esperanza

que se fue con el tiempo del olvido.

Eres aquella ilusión de antaño

que una vez me robaron.

Eres el mañana recordado

y el ayer encerrado.

Eres el miedo amado

que teme ser encontrado.

¿Eres tú, ángel, en mi alma

el amor olvidado?

Poesía 8:

Mis manos cansadas, piden tu ayuda,

en los susurros de una tarde,

entre las sombras de una noche.

Eres tú, mi escapatoria

a los días de soledad.

Sin ti, ya no podría soportar

vivir sin él, sin recordar.

Eres tú, el sucedáneo

de aquellos sueños de siempre

que daba por hecho,

y ahora que estoy sola

gracias a ti me enfrento

a los demonios del pasado

a las torturas del presente.

Eres tú, el espejo empañado

a través del cual mi alma habla,

habla de su tristeza,

de sus ganas de amar,

muestra su impaciencia,

por demostrar que es capaz de dar

el más infinito de los deseos.

Poesía 9:

Hoy te siento dentro de mí,

y ansió escuchar tu voz,

verte en la oscuridad de una noche

con la luna bañando tu nombre.

Y me siento tan sola…

que me aferro a la esperanza solitaria,

que me muero por tocar tus manos

que ya dudo del amor de antaño.

Y furiosa, a veces te nombro,

porque eres el culpable de mis sueños,

el protagonista de mis anhelos,

porque aún, hoy, no te comprendo.

Y mientras, el tiempo

se me escapa de las manos,

las agujas en mi corazón, ya se han parado

y lucho porque esto no se haya acabado.

Poesía 10:

Cuando miro el cielo, te veo a ti,

mirando ese mismo cielo azul.

Cuando en la noche oscura,

la luna se asoma brillante,

pienso que tu reflejo se mira

en las fulgurantes estrellas.

Y eso me consuela…

Sé que aunque estés lejos,

aunque yo no pueda mirarte,

mis pensamientos van hacia

tu corazón, y cuando una ráfaga

de aire, te estremezca el alma,

entonces, sabrás que soy yo.

Poesía 11:

La soledad se mueve sigilosa

entre los árboles gallegos,

los duendes escondidos están

en la magia de los prados verdes.

Y tú, te encuentras allí,

en mi amada tierra, lejana de mí.

Y tú, tentación sufrida,

gozas del aire puro,

que yo no puedo sentir.

Y mi condena, amor, en la vida,

es estar entre cuatro paredes,

y yo lo que quiero es

volar contigo por los prados verdes

… al fin del mundo.

Poesía 12

Creíste que no tenía nada que ofrecer,

me rechazaste, aún no sé porqué,

no supiste ver el amor que había en mí,

te encerraste en ti sin quererme oír.

Y el día que me pidas una razón,

te diré como mi alma se murió

poco a poco en las noches de silencio

cuando mis ojos se cansaron de dolor.

Y entonces, quizás, entonces

comprenderás mis miradas de extrañeza,

al no comprenderte en tus maneras,

al no compartir mis ilusiones bellas.

Y te ofrecí, a manos llenas,

toda una vida entera,

con la mirada limpia de odios y rencores.

Y tú, las vaciaste con conciencia,

sabiendo que mi corazón espera.

Poesía 13:

Te llevo en mi corazón,

y de todos mis actos,

eres tú la razón.

He intentado olvidarte, pero,

en las noches de invierno,

mis inútiles pensamientos,

te recorren en versos.

Y por más que me rompa el alma,

en jurarme que ya no te pienso,

la melancolía asoma a mis ojos,

y ya nada tiene remedio.

Poesía 14

Nado contracorriente, y no puedo evitar

que mi corazón sea arrastrado

en un río de ilusión.

Y vuelvo a pensar en ti.

En cada sol, en cada luna,

en cada deseo, en cada infierno

que pasa por mi vida.

Y me conformo…

con poder mirarte de lejos,

con acariciarte en silencio

con besarte con mis ojos

con soñarte mientras duermo.

Poesía 15

Siento que el aire

se me escapa de las manos,

y no es por ti.

Quisiera tener fuerzas

para poder enfrentarme

a la vida diaria,

y no es por ti.

Tú ya no eres pesar,

tú ya no eres inquietud,

pero aún así, te pienso,

porque tú superas

todos mis pesares,

porque tú eres

el mayor de mis penares.

Y quizás sí, quizás …

toda mi melancolía

es por ti.

Poesía 16

Resbalan mis lágrimas

como nunca antes,

y es por ti.

Los campos verdes rodean

el camino que me aleja

que me pierde y que …

después me verá regresar.

Y sé, que al igual que vuelvo,

vuelven antiguos deseos,

aunque lo intente evitar …

mi alma vuela hasta tu corazón.

Poesía 17

Ahora, vivo en función de ti,

ya ves, tu ganas y yo perdí.

La ilusión por momentos

fue una intensa alegría

ahora, vivo en función de ti,

ya ves, tu ganas y yo perdí.

Sé que el amor me gira la cara,

sé que mis labios no sentirán

el calor de los tuyos,

ya ves, tu ganas y yo perdí.

Mi corazón apostó por ti,

jugué con fuego, y tú,

ya ves, sin saberlo.

Ahora, vivo en función de ti,

seguir esta amistad

o arrojarme a tu hoguera.

¡ya ves! yo gané y te perdí.

Poesía 18

Pensé, ayer…

que el amor siempre busqué,

y jamás lo encontré.

Los labios que me besaron

no fueron nada,

sólo sombras, caricaturas

de un ansía buscada.

Pensé, ayer…

que te creí encontrado,

en dulces veranos,

y ahora, ayer… pensé

que sólo fue un borrador,

un papel arrugado.

Pensé, ayer… y hoy

que ahora estás conmigo,

pero muy lejos,

que una ilusión cercana,

es peor que la lejana.

Pensé, hoy…

en este nuevo amor.

Poesía 19

Aquí, como siempre…

pensando en ti,

en como deslumbrarte,

en como seguir amándote en silencio,

sin que tú, te des cuenta.

Pensando en como debo conquistarte,

soñando en tus abrazos, tus besos, tus caricias…,

que seguramente, nunca serán mías.

Tú, mi vieja espera, mi ansiado retorno.

Amándote, hasta casi perder la libertad.

Pero, como descubrí la fe,

este amor es más sincero que nunca,

menos comprometido en causas perdidas,

más liberados que antes.

Sin esperar nada a cambio, amor,

me dejaré llevar por tus manos,

inundar por tus ojos,

dibujar por tus suspiros.

Amor, algún día, tú sabrás…

lo que yo podría haberte dado.

Poesía 20

Es cierto que el invierno pasó y que

llegará pronto el verdadero aroma

del verdor de los campos,

del brillo de tus ojos.

Pero, a pesar de ello,

mi alma se halla aún

en el lluvioso invierno

y se queja de frío.

¿Serás tú, en la adorada primavera

de tus manos quién encienda mi

corazón y me dé calor?

Por el momento sueño con ello

y por instantes siento que

en tus ojos vi ese destello,

¡pero hace tanto de aquello!

Poesía 21

No tengo derecho a mirarte,

a observarte a escondidas,

a penetrar tus ojos,

pero es que tú sin saberlo,

eres para mí, laguna negra,

agua que alivia mi sed.

No puedo tocar tus manos,

no puedo besar tus labios,

pero en cambio, puedo y quiero,

sumergirme en tus ojos,

y enfrentarme a ellos.

En esta lucha, no hay ganador,

sin embargo, mi alma perdió.

En tus ojos naufragué, me perdí.

Dime tú, con tu mirada,

como puedo escapar de ti,

de tu laguna negra, desear…,

amor, no volverte a nombrar

en mis sueños.

Desear, al fin, que nunca más,

vuelvas a ser, mi ángel negro.

Poesía 22

El amor araña mi cara

y aún dándole la espalda

se mezcla en mis lágrimas

se instala en mi alma.

El amor me escupe su aroma,

se clava en el pecho

me mata y me sana,

me quita y me regala.

¿Qué hago yo,

si este sufrir me alegra,

si este matar me alienta

a seguirte con los ojos

y a llamarte en mis versos?

Poesía 23

Besé la muerte una noche

y tu calidez me embriagó.

Tantos sueños desperdiciados

por sentir tu piel, ¿ y ahora qué?

Está mi alma embrujada

por un beso largamente esperado,

pero la ilusión se rompió,

estoy segura que esta alma

no se entiende con tu corazón.

Poesía 24

Uno piensa siempre, que el sentir

une dos almas abandonadas.

Uno piensa siempre que conoce

al ser que ilumina el alma.

Pero la esperanza siempre,

tiende a huir, para volver

a refugiarse en el corazón solitario.

Uno piensa “quizás mañana”

y el futuro se convierte

en una fuente de agua.

Uno piensa tanto, que de pronto,

ve en el otro, un mirar diferente.

Los gestos se confunden y las palabras

acarician los ojos del otro, y entonces,

lanzándose al vacío del desespero,

comete las locuras que de pensar menos,

jamás hubiese cometido.

Poesía 25

Cuesta un mundo no pedirte,

y dejar que tu voluntad me guíe

sabiendo que tu amor es infinito,

que siempre es gratuito.

Cuesta un mundo callar al alma,

en el silencio, en la búsqueda…

y si logro un instante escucharte,

los ojos se vacían de dolor.

Cuesta un mundo perdonarme,

más, sabiendo tu intenso perdón,

y recordar se vuelve amargo

en los días de oración.

Es difícil buscar al alma

cuando sólo el vacío está

y el amor se vuelve extraño,

un misterio que sólo tú das.

Poesía 26

Aún sabiendo que lejos estás

mi alma te llama a gritos

y te evoco en mañanas tristes

y te nombro en noches de insomnio.

Si esperando una respuesta

paso horas sin retorno,

puede que esto se acabe

puede que nunca existiera

algo que se muere por dentro

que se esconde hacia fuera.

Poesía 27

Se me atraganta la vida

envuelta en grises muros,

recordándote en la distancia

con nuevos sentimientos.

Ya no es un amor sereno,

ahora, en las noches te sueño

vistiéndome de nueva pasión.

Pensando que tus brazos

abrazan mi alma y …

queriendo que tu alma

invada mi cuerpo.

Que tus labios, otra vez,

se fundan en mi ser,

reviviendo poco a poco

un efímero sentir

que lucha contra el olvido.

Poesía 28

Mis labios inflamados,

se pierden en la noche

en la que los recuerdos

vuelven maltratados

por tantas ilusiones vanas

que nunca debieron existir.

Si con todo lo que tengo,

nunca nada te pedí,

no tuviste bastante,

no fue nada para ti.

Que mis caricias eran fuego

y las dejaste como hielo

¿Cómo podré sentirte

si hasta el alma de di

y no la pudiste vivir?

En aquella perdida esquina

de no cualquier ciudad,

me partiste el alma

con esperanzas renovadas.

Inundaste mis ojos,

laguna negra, y

te tuve en mis brazos,

pero no en mi alma.

Y ahora soy el recuerdo

de esa torpe ilusión,

que sigue luchando

contra el olvido.

Poesía 29

Que ahora te amo más,

y cuesta un mundo recordar

una esquina vacía y torpe

donde llegué a ser feliz

en efímeros minutos.

Y después de esperanzar

a un solitario corazón

te fuiste sin más, sin saber

que matarías un amor.

Que ahora te amo más

y no debería hacerlo.

Debería recoger las cenizas

de tanta amargura y …

sonreír a un amor nuevo

olvidándote en algún cajón.

Tus palabras fueron dagas,

y me apartaron de ti,

pero, ya ves, amor, laguna negra,

ahora, te amo más.

Poesía 30

Si acariciarte se me hizo extraño,

si nombrarte es perderme,

mi condena, amor, es estar lejos.

La soledad de esta ciudad

es más grande que la que tú me das

y quizás, por ello, laguna negra,

te perseguí siempre en sueños.

Algo nuevo vuelve a nacer,

a pesar de lo dicho antes

y la esperanza regresa por mí,

triste agonía que nunca descansa.

Así, tus ojos, amor, besaré

y tu alma vaciaré

de antiguos sentimientos

y fríos pensamientos.

Volverás a mí y te mostraré

mis manos vacías de resentimiento,

sin juicios y arrepentimientos.

Volveremos a empezar de nuevo.

Poesía 31

Podré escribir unos versos

que reflejen la fría amargura

de tus besos en una triste noche.

Y ya ves, en cambio,

escribo siempre lo mismo…

que tú eres y serás, amor

el ladrón de mis sueños.

Y podré vivir en poesía

e imaginar el alma tuya

y reflejar entre silencios

que tus besos no fueron mentira.

Si el tormento antes era desearte,

ahora, amor, es saber…

si tus caricias eran fuego

o imagen de mi pensamiento.

¿Podré ahora vivir la ilusión,

aún recordando tus palabras?

Poesía 32

Renaceré bajo el fuego

de poesías ahora muertas,

vacías de sentido e ilusión,

sin gastar mis siete vidas,

sin temer mirarte a los ojos, amor.

Y el tiempo del olvido,

se acabó con tus besos:

Ahora recordaremos juntos

y en los confines de tu mente,

vivirás el dolor sentido,

la amargura llorada,

de tantos días de soledad gastada.

Verás por mis ojos,

y naufragarás en ellos,

sí amor, esta vez no seré yo,

la que me hunda en tus brazos.

La verdad te escupirá

y en el espejo de tu alma

verás el reflejo aquel

que olvidaste en algún trastero

de tu desordenada memoria.

No arañaré al corazón,

no pensaré en tirarme y caer,

no me importará perder una vida…

si en el intento, ya ves, te robo un beso.

Y en ellos, laguna negra,

te perderás y sentirás

todo lo que yo guardé:

la ternura de tristes noches

y el amor sin condición

que con tanta pasión reservé.

Poesía 33

Fuiste un efímero milagro

y abriste mis ojos

cerrándolos yo confiada

entre tus calientes brazos.

Fuiste fieles esperanzas

de también esperadas cartas

que jamás fueron nada

solo angustia reiterada.

Fuiste tristezas de largos años

por aquellos besos buscados

que se perdieron cansados

en el crepúsculos del año.

Fuiste rezos de madrugada,

oraciones desesperadas

convertidas en gracias

mientras me entregaba.

Fuiste agua derramada

en la oscuridad solitaria

y risa descontrolada

falsa alegría buscada.

Fuiste sueños de juventud

adornados de dulce locura

y la magia de antaño

¿Dónde amor, se ha quedado?

Poesía 34

Mirando en lo profundo del alma

tú ya no eres castigo,

vive el amor en mí,

suave letargo estival,

amante de las traiciones

con un sinfín de perdones.

Mirando en lo profundo del alma

vi mi rostro reflejado

en el espejo de tu inocencia,

disfrazada, cuantas veces,

de simple indiferencia.

Y a pesar de que cierro los ojos,

de que tu mirar no es descanso,

sigo viéndote en sueños,

en el crepúsculo de tu atardecer.

Y mi mirar nunca se cansa,

de contemplar tu silencio,

de observar tu lejanía…

ye en la noche que se cierne sobre ti,

mis pupilas se queman con las tuyas.

Poesía 35

Si tu ya eres olvido…

y mirándome recordarás

que no agoté mis siete vidas

ni me hundí entre tus manos,

vacías, esta vez, de sentido.

Si tu ya eres olvido …

en noches de silencios rotos,

por estruendos insonoros,

me miraré en tu espejo

sin remordimientos.

Y tú, en mi reflejo,

te ahogarás con el llanto

de momentos perdidos

en invernales portales,

muertos de recuerdos,

porque tú, ahora, ya ves,

laguna negra, sólo eres olvido.

Poesía 36

Nunca fuiste promesa por cumplir

y me engañé mirando

en tu alma empañada de sed,

de viejos recuerdos ya gastados.

Te tuve en mis brazos,

cual espejismo evaporado,

y allí se rompió el encanto,

y nos abrazó la negra noche.

En ti cambió el color

de tus gestos y palabras

y se murió la ilusión extraña

aunque volverá a renacer,

aún parando el tiempo, sé

que volveré a ofrecerte,

a manos llenas,

un alma entera.

Poesía 37

Si mi pensamiento vuela…

y un último recuerdo

cruzó mi mente,

una palabra, un frío gesto,

una mirada …

Si mi pensamiento vuela …

quizás así caí en la cuenta

que fuiste y eres poema de Neruda,

un no se olvida,

una canción muerta

de mi susurro ahogado

entre la niebla del anochecer

Si mi pensamiento vuela …

evito que vuele hacia ti

aún sabiendo que eres

el imposible olvido.

Poesía 38

Los recuerdos como dagas

penetran el pensamiento,

hieren los sentimientos

tentados, tantas veces, de olvidar.

Es entre melodías silvestres,

entre silencios ahogados,

se asoma el resentimiento

y el amor tuerce la cara.

Y es en la amarga oscuridad

de gritos sin respuestas

cuando los recuerdos regresan

y en las imágenes se tortura el sentir.

El sacrificio regresa por ti

la decisión irreparable,

la promesa, en el fondo indeseable,

y vuelvo a quedarme sin ti.

Poesía 39

Volviste a sumar decepción

detalles que no ves cumplidos

y saber que no será lo mismo,

todo está muerto de sentido.

Desperdicios del alma

la costumbre es dar

y uno se cansa de esperar

la ilusión empañada

se muere otra vez de sed.

Fue olvido instantáneo

o venganza planeada

quién sabe del arrepentimiento

se perdió en la memoria

que como peces tú y yo somos

recordando sólo el pasado inmediato.

Poesía 40

Canto desesperada a la mañana

para en un suspiro poderte ver

y no consigo contemplar tu voz

lejos de noches cargadas de lamentos.

Y es en la noche donde confundes

y te abrazas a huesos ya rotos

que te convertirán en ceniza,

porque es un rostro sin ojos,

aunque tú no lo sepas…

Y entonces, como lunas ocultas,

en los albores de un atardecer

sufrirás por cansas ya perdidas

maldecirás el alma tuya

y no habrá quien te consuele

hasta que desde lo profundo

mires tus manos vacías de sentido

y veas la verdad en los espejos

pues sólo yo, laguna negra

puedo llenar tus manos ya muertas.

“Siempre albergará mi corazón

una ebria locura de verano

y vacié mis manos

dando los besos más dulces

que embriagaron mi alma”

Poesía 41

Siendo tú la brisa en mis ojos,

me dejé mecer por tus silencios,

me acariciaron tus palabras,

me cubriste de sentimientos.

Y así como el otoño llegó,

se fue, dejando tierra seca.

Tu voz, antes cercana

se cubre de frío invierno

y en el agua derramada

ya no encuentro tu consuelo.

En tus manos siempre llenas,

rechacé dejarme coger

y ahora que no hay abrazos

que consuelen al alma sola,

ahora, ya ves, amor,

el corazón se apiada y

es en las sombras sin silencios

cuando pienso en volver

y recoger ese abrazo perdido

esas fotografías de mis recuerdos

que sólo contienen castos besos.

Ahora, ya ves, quisiera…

tener el valor de recobrar otoños,

que tu brisa acaricie mis labios,

perpetuar el instante de mis sueños

cuando se confunden con tus ángeles

y demostrarte, despacio y a tientas,

que el amor no es olvido y está cerca.

Poesía 42

La fina frontera entre tú y yo

se alarga con el paso del tiempo,

con los recuerdos perdidos,

entre vagos meses de invierno.

Y vuelvo a soñar despierta,

con brazos que se acercan

al corazón parado y sin sueldo

que espera un ángel de nombre tú,

al que ahora temo enfrentar.

Si en noches mágicas, otra vez,

todo se vuelve confuso,

y el ocaso del año vuelve a ser

esperanza recobrada.

Antes fue un gran amor,

y ahora el espejo transformado

de mi compañero de batallas.

Y la magia se acaba,

esperando respuestas, otra vez.

Poesía 43

Mírame, no con el alma quebrada

no con falsas palabras.

Mírame con tu yo sensible,

transparente, cariñoso y simple.

Sálvame, de ese yo complicado

que a veces suele hablarme

despiadado y sin tapujos

de crueles verdades cobardes.

Contempla a mi tú, con tu yo,

y no veas lo que ahora ves,

sino a la mujer que en verdad soy.

Y cuando te enfrentes al reflejo,

a mis ojos sin cubrir,

podrás conocer y sentir,

o tal vez no, pero … inténtalo,

mírame y descubre al amor,

aunque no sea la perfección.

Y rescátame, de un mundo sin mí,

que no me perteneció jamás,

que fue, sin arrepentimientos,

un error cometido,

que me alejó más de ti.

Pero, ven, corre y sálvame,

tú, ahora mi salvador,

mi guía, mi protector.

Ven, ángel de alma atormentada,

ven y quítame las cadenas

para así con mis dulces manos

llenarte el alma de amor

que tanto ansías y buscas

y que lo tienes aquí, cerca,

cerca de tu corazón, tanto …

que no supiste valorarlo.

Poesía 44

Hace ya tiempo de aquella vieja sensación…

que surgía en mí solo con verte,

hace ya tiempo de tus fingidas sonrisas

que sembraban inútiles ilusiones.

Y ahora que tu mirar es ironía,

que tu andar es pura ambición,

ahora, por fin, eres olvido.

Hace ya tiempo que ocurrió…

que de la amistad surgió el amor,

un alma, lejana otra vez,

y un nuevo querer.

Y hace ya tiempo que te extraño,

que mis decisiones dependen de ti,

que mis sueños se confunden con tus ángeles,

que la ilusión no se renueva, porque…

hace ya tiempo que olvidé imaginar,

hace ya tiempo que sé la realidad.

Poesía 45

Soy la calma. Soy yo:

la que se enreda en tu pelo,

la que observa tu mirada

la que te conoce, se preocupa,

y quiere saber de ti.

Pero tú no me ves.

Soy cristal, frágil resistencia,

transparente y servil,

pero tú no ves a través de mí.

Soy tormenta, desprevenida,

apasionada en medida

y en apariencia fría.

Pero tú solo ves hacia fuera.

Te escondes, te apartas y huyes

y debes mirar hacía atrás

y ver que soy yo,

una dulce candidez

disfrazada de indiferencia.

Mírame, y descubrirás

tu más ansiado anhelo.

Poesía 46

He de escucharme, para entenderte.

He de mirarme, para poder verte.

He de liberarme, para tenerte.

He de ser yo, para ser tú.

Y es en este amor donde vago,

y me recojo en tu amistad,

y no debo mal decir,

el no reflejo de un sentir,

sino enfrentarme a mi espejo

y desde mi yo, entregarme a ti.

He de ser pregunta a tu respuesta.

He de consolarte, para así dudar.

He de ser flexible y no forzarte.

He de ser yo, para ser tú.

Y llorar hasta perder tu risa,

y en la tristeza volverte a hallar

y ahogarme hasta morir de paciencia

si así consigo tu despertar.

Y matarme si hace falta de exigencia

para que tu alma resucite al amar.

Poesía 47

Soy la caricia que esperas,

el beso recogido en un suspiro.

Soy la pasión que ansías,

los abrazos repletos de ternura.

Es en mi mano donde anidan,

las risas y palabras contenidas.

En mis gestos escondidos,

descubrirás esa mirada

y en los silencios sentidos,

seré oración buscada.

Soy la calma de tu sueño,

soy el despertar del futuro,

seré pasión en tu lecho,

seré tu vida, serás mi amor,

porque …

no puedo vivir sin tu alma,

no puedo morir sin tu vida.